
Un historiador y los vecinos se han implicado para salvar la inscripción. EFE
TONI POLO BARCELONA 19/08/2010
La última versión del nomenclátor de las calles de Barcelona, editada este mismo año, recoge que la calle de Sant Miquel, registrada “antes de 1865”, tuvo otro nombre durante un periodo del siglo XX: Miquel Pedrola. Durante la Segunda República y la Guerra Civil, muchas calles fueron rebautizadas y, posteriormente, el franquismo borró cualquier resto del pasado inmediato. En 2007, el joven historiador barcelonés Dani Cortijo supo de la existencia en la Barceloneta de una inscripción manuscrita, un auténtico grafiti, dedicada a un miliciano. Se pateó todo el barrio en busca de la pintada hasta que dio con ella: “Miquel Pedrola”. A partir de ahí, empezó a tirar del hilo y fue descubriendo datos: Pedrola estuvo vinculado al POUM (Partido Obrero de Unificación Marxista), falleció en el frente de Aragón en agosto de 1936, a los 21 años y era hijo de un cómico de la Barceloneta. El historiador explica su periplo en su libro Històries de la història de Barcelona (Robin Book, 2010). El valor del descubrimiento es innegable: junto con la inscripción que se conserva al lado de la iglesia del Pi dedicada al miliciano desconocido (“Plaça del milicià desconegut”), es el único vestigio del nomenclátor de la Guerra Civil en Barcelona.
Una larga lucha vecinal
Meses después del fallecimiento del combatiente republicano, el ayuntamiento de Barcelona decidió cambiar el nombre de la calle Sant Miquel para otorgárselo a Miquel Pedrola. Nada más acabar la guerra, en 1939, la calle recuperó el nombre del santo y se tapó la inscripción con pintura, haciéndola invisible durante más de 70 años.
Hace algo más de un año y medio, las obras de rehabilitación del edificio de la calle de Sant Miquel, esquina con Escuder, dejó al descubierto y en peligro la antigua inscripción. Sigue leyendo →